viernes, 17 de agosto de 2012

"Daños que causan las antenas de telefonia celular - Disparen sobre el hombre"

Cuadernillos de Temas Ambientales. Dr. Mario Augusto Capparelli - Maria Belen Aliciardi

Hacer click aqui para descargar los cuadernillos en formato PDF

Dr. Mario A. Capparelli  capparelli.mario@gmail.com

Colaborador Dr. Jose Iacona Estudio Iacona registro de marcas tramite inpi marca
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PRIMERAS PALABRAS

Siempre el nombre identifica. Es un sello, una huella digital, la flecha que indica un rumbo. Es algo que como la sombra, no se separa de su dueño, que de alguna manera modela hasta el infinito a la persona o a la obra.
Es también una asociación de ideas, de recuerdos.
Se conjuga a veces con la idealización del pasado y lo proyecta hacia adelante.
Quien bautiza es el responsable de ese ropaje que producirá encuentros o soledades, que reunirá en derredor a quienes se identifiquen con él, o hará insesibles a quienes no comulguen con esa idea.
Puerto de palos es para nosotros, y calculo que lo seguirá siendo, un punto de partida, uno muy especial.
Desde la primera escolaridad, cuando torpemente dibujabamos las carabelas con velas siempre henchidas de un viento propicio, que enmarcabamos en el único espacio en blanco del dibujo entre dos azules, el oceano y el cielo, y entre una certeza, el nombre del puerto y la partida, y la incógnita del destino, la asociación era clara: " de allí nos vino esa aventura casi irracional". era nuestra única aseveración, el hacer pie, el despegue.
Cuanto ocurrió después es conocido, o lo estamos conociendo lentamente.
Pero cualquiera sea la version a la que uno abrace y adhiera, arrancamos desde esos muelles y nos soltamos desde esas amarras.
Con el ambiente, podriamos haber elegido para nombre del blog "ESTOCOLMO 1972" que resultó el encuentro de numerosísimos países resueltos a fundar las bases de un orden jurídico ambiental internacional, indispensable para enfrentar esa realidad que no toleraba más dilaciones ni excusas: los recursos se agotan, la poblacion crece y la supervivencia del homo sapiens y demas seres vivos, dependerá de cuanto de aquí en más hagamos para paliar estas calamidades.
Demasiada tarea  para un hombre solo, diría El QUIJOTE a su escudero Sancho.
Pero felizmente hoy somos muchos y necesitamos ser muchedumbre.
Bueno es hora de arrancar.
En este blog narraré - en la medida de mi comprensión- todo cuanto hemos estudiado, aplicado, obervado, sufrido, soñado, anhelado, amado, y ocurrido en la experiencia como abogado ambientalista, en el día a día desde hace largos años.
Trataré de ponerlo en términos no académicos. Las leyes - decía Cicerón - deben ser claras, entendibles no solamente para quienes las deben aplicar sino observar. y esto no siempre se da así.
El primer análisis interpretativo es el gramatical, luego le siguen otros, pero si nos complicamos en el inicio, en el lenguaje accesible al lego, mala fortuna tendrá la aplicacion de esa ley.
La profusa maraña legislativa tampoco ayuda.
¿Cuantas veces hemos tropezado con este artículo final?:  se derogan todas las disposiciones que se opongan a la presente.
Pero no se dice cuales son y en que extensión y especificidad.
El desenredar ese ovillo hirsuto lleva mucho más tiempo del debido, y a veces es tema de infinita discusión, que como siempre rodea al problema sin encarar el fondo de la cuestión.
Las referencias al orden internacional tambien se mencionarán en cuanto resulten de aplicación en nuestro medio.
La congruencia es un principio jurídico, que en esta materia significa una adecuación de los derechos internos a los estandares internacionales.
La nube tóxica no reconoce fronteras.
Un dicho ambientalista, de rigurosa realidad afirma:

Dios perdona siempre.
Los hombres, en ocasiones.
La naturaleza jamás.

Si tenemos presente esta realidad, el camino es claro, libre de malezas y de la peor de las contaminaciones: la de las ideas.

HOMENAJE

a Guillermo José Iacona

Ya le he dedicado algunas obras mías, pero esta, muy particular y de larga duracion, merece tambien que su recuerdo nos acompañe durante todo este viaje. Fue mi socio durante casi 30 años. amigos ad aeternum. fundamos un estudio jurídico. trabajamos codo a codo, brindandonos el apoyo necesario y a veces indispensable para seguir adelante para superar los avatares de la profesion y del vivir en este país que no deja de deparar penurias. así tambien los pequeños exitos y grandes logros diarios, fueron compartidos, y apreciados. Hoy, creo que Guillermo sería un ferviente ambientalista.
Ya en sus ultimos años, cuando habíamos tomado diferentes caminos en la profesión, no en la amistad inquebrantable, se asombraba de mi entusiasmo por esta nueva disciplina.
Nos reuniamos en café en San Isidro cerca de Tribunales. hablabamos de nuestras vidas, de nuestras familias, de las experiencias profesionales antiguas y nuevas y de mis avances en el derecho ambiental, de los tropiezos, de los cansancios, de la obligacion de  no retroceder.
Pero como hombre de bien, tal vez el mas íntegro, sincero, cordial y honesto -material e intelectualmente hablando - que yo haya conocido, profesaba esa conducta que nos salvará en estas batallas diarias por la supervivencia: usaba en el vivir cotidiano el saludable uso del  POR FAVOR y dispensaba el no menos vivificador y esplendoroso del  GRACIAS.
Y asi educó a los suyos.
No claudicó en esos habitos del buen convivir. era un placer frecuentarlo y cultivar su amistad.
Yo he tenido ese honor y ese privilegio.
Es con profundo respeto la forma y manera que debemos observar y guardar con la naturaleza, que no tiene derechos pero si obligaciones. El sol sale todos los dias.
Las ideas gobiernan al mundo, estoy y estuvimos siemrpe de acuerdo con esa afirmación, pero no cualquier idea, sino la respetuosa del otro, la más libre, la más solidaria.
No tendremos éxito en la lucha por la defensa y mejora del medio ambiente si no cuidamos a la naturaleza, si no la honramos, si no pedimos "por favor" a sus dones ni replicamos con ese "gracias" que ennoblece.
Seguramente esta charla la tendremos nuevamente en el futuro, que interrupimos el último dia que lo fui a visitar.
Hablamos de temas triviales. se lo veía cansado pero con  sentido del humor.
Dijimos banalidades, cambiamos chistes viejos, como siempre para exorsizar  las formas del adios.
Cuando me acerqué para darle un beso y prometer otra visita, se aferró - inusualmente - a mi campera, sin pretender soltarme en ese frio atardecer.
Por un momento cerró los ojos y me dijo "gracias".
"Por favor", le respondí.

GUILLERMO: cuanto sigue desde algun lugar lo leerás.
Mientras tanto que lo hagan en este planeta y lo disfruten Teresa, Lao, Willy, José y Teresita.
Un beso grande a todos ustedes.